lunes, 1 de septiembre de 2014

Emprender solo o acompañado.

Es un pequeño dilema determinar qué es mejor, si crear una actividad emprendedora con otros o hacerlo tú solo. No hay reglas definitivas sobre esto y sí bastantes opiniones al respecto, en ocasiones contradictorias. 


Emprender Solo.

Si la actividad que emprendes está muy ligada a tu persona, a tus capacidades, habilidades e incluso pretendes darte a conocer a través de tu valía personal, entonces lo mejor es que lo intentes tu solo. La razón se apoya en lo siguiente:

  • La oferta de servicio la constituyen tus conocimientos. Estos, junto con las destrezas que apliques son el principal instrumento para generar ingresos. La fuerza de la actividad que emprendes reside en ti y tú eres el principal activo.

  • La confianza la generas tú directamente tal como te presentas, con lo que dices y como lo haces. Los posibles clientes contratarán tus servicios en función de la confianza que hayas sido capaz de generarles. Ven tu persona y no ven otra cosa. Poco les importa lo que haya detrás. Les habrás ganado o perdido en función de tu propio comportamiento.

  • En un tipo de actividad muy personal. La infraestructura que necesitas al inicio es mínima. Con un móvil, un PC conectado a la red y un lugar desde el que trabajar (que puede ser tu casa) puedes iniciar la actividad. En cuanto a los contactos personales con los clientes, los puedes visitar directamente en sus oficinas o quedar con ellos en la cafetería de algún hotel cómodo y confortable. Ni mucho menos es necesario que te visiten a ti.


Emprender Acompañado.

El principio básico para buscar un socio en la actividad emprendedora es el de la complementariedad. Encontrar en el otro los conocimientos y habilidades que ti te faltan y así realizar una suma de capacidades con las que configurar una oferta de servicios.

Esto lleva a la separación clara y determinante de actividades. Cuando en la actividad de emprender concurren en su inicio dos o más personas, es necesario que desde el principio quede claro quién hace qué. El peor error que se puede cometer es que todos estén en todo. ya que así las cosas no avanzan, los esfuerzos se dispersan y las fortalezas de cada uno no se ven aplicadas y ni recompensadas.

El equipo inicial de emprendedores deberá prestar atención a una serie de aspectos:

  • No hacer dispendios inútiles. Hay que cuidar temas como los gastos del local. Tal vez con un local más modesto es suficiente; o incluso trabajar desde casa con una red interconectada.

  • No cargarse en exceso de personal que no aporte nada significativo a la actividad principal. Es recomendable contratar una persona que pueda hacer diferentes actividades a la vez como facturar, contactar citas con clientes y al tiempo hacer de administrativo.

  • Centrarse en la actividad principal. El equipo inicial de emprendedores deberá centrar todo su esfuerzo en las actividades que aportan valor y que son la principal razón de haber creado la razón social. Aquellas otras actividades, en especial las burocráticas, es aconsejable que las externalices.

  • Sopesar si interesa crear una razón social o actuar bajo una marca, manteniendo los socios su condición de autónomos. Esta es una alternativa que se debe estudiar, en especial cuando no se esperan de inicio importantes ingresos y menos de forma regular.


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