El trabajo en equipo implica que un grupo de personas interactúen de manera coordinada en la realización de un determinado trabajo.
Las ventajas que aporta trabajar en equipo pueden simplificarse en las siguientes "C":
- Complementariedad: Cada miembro del equipo es experto en una faceta determinada del proyecto y realizará una parte concreta del mismo.
- Coordinación: El grupo debe actuar de forma organizada al objeto de desarrollar el proyecto, por lo que es necesaria una coordinación y el establecimiento de estándares.
- Comunicación: Una comunicación abierta entre los miembros es esencial para coordinar las actuaciones individuales. Los miembros del equipo tienen conocimiento de todas las informaciones, etapas y filosofía del trabajo a realizar.
- Confianza: Cada persona confía en el buen hacer del resto de sus compañeros.
- Compromiso: Cada miembro aporta lo mejor de sí mismo, poniendo su empeño en sacar el trabajo adelante. Esta cohesión es indispensable para el éxito del proyecto y por tanto del éxito personal de cada miembro del equipo.
Por otra parte, la evolución de un equipo de trabajo puede definirse según las siguientes etapas:
- Inicio: Hay optimismo e ilusión, las relaciones son cordiales todos tratan de evitar conflictos.
- Primeras dificultades: El trabajo se complica, se originan tensiones y roces. Asoman las diferencias de carácter y personalidad.
- Acoplamiento: Para mi esta es la fase más crítica y donde se formará un equipo o un grupo condenado a entenderse. Básicamente hay que tratar de superar los enfrentamientos personales y las expectativas no alcanzadas.
- Madurez: Es la fase productiva. El equipo controla el trabajo, sus miembros conocen los puntos débiles de sus compañeros y evitan herir sensibilidades.
- Agotamiento: Proyecto casi terminado. Puede perderse ilusión y rendimiento al surgir rivalidades. En esta etapa conviene ir cerrando el proyecto y dejar únicamente a aquellas personas necesarias para rematar el trabajo.